Cuando algo falla, es necesario el plantearse el qué, fundamentalmente, debe cambiar, y por qué. Las legislaciones particulares no me incumben, pero cupiese el considerar una reestructuración general dentro de lo ya existente considerando una disolución de facto.
Supongamos que seduce un esquema bipolar, que perdiese su aura esquizoide por la inserción de un eje interno principial, que hemos llamado Gotha, de tal suerte que se abra un área externa, digamos masculina, aunque con miembros femeninos, y otra interna, que fuese solamente femenina. Equilibra: puesto que el Gotha es solo masculino, tienen las féminas el derecho de seguir invadiendo alegremente el terreno masculino en la Asamblea, mientras que la restricción opera para el Rat, para compensar la omnipresencia masculina en el Gotha.
Por qué un eje masculino? Porque nos hemos salido de madre, al ocupar espacios exteriores, si seguimos tajantamente una división de areas que resulta más esquemática que real, pero sirve para pensar. El principio de identidad alemán es lógicamente interno, puesto que principio. Para ocupar un espacio, precisa de algún varón que le de orden en el mundo exterior. Suelen conocer mejor los protocolos, además, lo que siempre es una ventaja.
Muy conveniente, además, rey/congreso, el Gotha obtiene poder sobre los tres Ejércitos, que de ese modo no depende ya del poder político, causa siempre de fricciones insolubles, aunque precise de acuerdo con el Gotha para operar, y este consejo con los dos cuerpos legislantes para proceder.
Por qué hay siempre tanto problema? La conciencia que se apega al instinto de supervivencia para tener la disposición adecuada que permita el perder la vida en caso de necesidad, es otra de la que se ocupa de ordenar realidades sociales y políticas en tiempos de paz. Tratando con ese problema, distingo ya en 1992 dos ámbitos de legislación distintos. Lo que es un juicio sumario en el ejército es un largo y penoso proceder de elucidación en el mundo social. No solo: lo que es causa de guerra es difícilmente determinable por lo civil, que ve con otros ojos. Y quiero decir, causa de guerra para otros, que recayese sobre un ejército que tuviera que defender, por qué no, la estupidez ajena.
Distinguiendo dos areas de aplicación de ley, implica que sea el Ejército que evalúe la situación que le concierne, que es territorial y lo que afecta las causas más generales de guerra.
Veamos, de modo más general: decimos civilizado el modo de proceder que no quiere solucionar problemas a bofetadas, insultos, y otros medios inapropiados, sino que presume que rige ley en su organización particular, que multa en vez de dar latigazos, que encierra en prisión en vez de linchar, que juzga, en vez de dejarse llevar por impulsos violentos e injustificados.
Es muy idílico como modo de pensar, pero tiene que considerar que siempre hay quien no sepa concebir tan alto concepto de la organización humana. No solo: nada ni nadie es perfecto, excepto el emperor porque es un concepto, característica que no recae sobre mi en tanto que indigna representante del mismo. La organización humana tiende a disolverse, regenerarse, causa fricciones, solventa o no problemas, enfin, es un ‘inconstante’ y nunca una indefinida ‘constante’.
Lo que no se resuelve, conlleva una recaida sobre realidades más instintivas, que protegiendo la esencia de un pueblo, se sale de las organizaciones ordenadas que se pudieran pensar como resultante de esta. Cuando hay guerra, la organización política y financiera se deshace y solo un saberse uno mismo básicamente, da el orden necesario que permite defender un territorio o solventar un problema con un vecino. Esa es la diferencia entre lo civil y lo militar. No puede alguien de un día para otro cambiar de ‘estatus mental’ y recaer sobre formas más primordiales de decir la identidad. Es un ejercicio, una preparación, un mantenerse en un estado que te permite estar dispuesto cuando hace falta, haga falta o no. No puede ni debe jamás algo que depende de lo otro para ser en su expresión más artística, cultural, educativa, social, política, etc. tener mando sobre aquello de lo que depende ni juzgar en areas de su ámbito, aunque pueda expresar en palabras más veladas, cosas que en otro lenguaje se dijeran quizá bastante brutalmente sin que eso hiera a la naturaleza del cuerpo en cuestión.
Es cierto que el Ejército depende financieramente de los Estados para ser. Sí. Pero el dinero no es nada. La dependencia se establece por medio de vida: si tú quieres vivir en tanto que identidad propia, autónoma y libre, necesitas un ejército. Si tú puedes generar dinero, es porque un Ejército te permite el ejercicio de actividades particulares que serían impensables en caso de sumisión a otro poder. Y son estas las dependencias que prevalecen, pues va de si, que teniendo que gestionar la realidad de un modo particular, no puede el Ejército además crear polos de financiamiento propio, aunque sí que pueda en parte.
Que es lo que quería decir del mundo femenino también en su relación a la política o las finanzas. Se debe el hombre el reconocer la actividad de la mujer en tanto que tal, y dar de lo suyo en partes equitativas, sin tener ella que hacerlo todo, además. Y eso de tal suerte que incluya a mujeres que por razones diversas no se casen o no tengan hijos, pero que de por su mera presencia dan coherencia e inteligibilidad a un conjunto.
Y que no tuviésemos que llegar a tales extremos, aunque bien están, para poner un piquete femenino en la realidad exterior que sirva de garantía última protegiendo su particularidad y derechos.
Dentro de un concepto quizá un tanto esquemático de las cosas, se ve claramente una cosa. El sinsentido de un cuerpo del orden, llamado policía, que estando dentro del ámbito civil debe solucionar hechos que conciernen los ámbitos más instintivos de lo humano, pues tratando de infracción de ley en sus modos más brutales, a veces.
Yo soy civil. Un guardia viene a mi casa, con casaca o sin ella, y me transmite un documento que me invita a dar cuenta de algún acto que se haya estimado ilícito por otra parte delante de los jueces correspondientes. Iré. Si no voy, estoy saliéndome de lo que lo civilizado requiere, y ya no soy civil, sino fugitivo.
Por qué ha venido el guardia a mi casa? Porque no habiendo hecho uso de violencia, puede que la otra parte aun esté espantosamente confundida.
La violencia se ve: tiene cuchillos y pistolas, produce heridas y contusiones, causa infracciones materiales. Recae sobre el mismo ámbito? Ya no es civil quien se apega a semejantes actividades, es un bandido.
Son los bandidos y fugitivos areas que deben ser cubiertas por lo civil? Pues no, porque de concepto se sale de area. Lo civil tiene guardia, que puede estar armada por necesidad muy rara, pero no debiera intervenir en casos donde se requiere de la fuerza para dar una respuesta adecuada a un acto impropio.
Parece casi de lógica que fuese el ejército, con un cuerpo especial, el que se ocupase de esto. Pero. Recae la investigación que permite el esclarecimiento judicial de los hechos sobre el ejército? Difícilmente, puesto que no operan dentro de los mismos esquemas.
Cupiera pensar el que se distinguiesen tres entidades, que fuesen: una guardia civil, que no interviene, sino que protege y transmite, un cuerpo investigativo, no armado, y un cuerpo armado dependiendo del ejército pero en conocimiento de los procederes civiles para ocuparse de lo que de por sus incivilizados actos, lo sitúa fuera de la civilización? Distinguiéndose claramente lo que es de sospecha y lo que es de evidencia, pues sospechar que un tal es autor de un crimen no permite intervención armada, mientras que la evidencia de pertenencia a un grupúsculo proclive a actos ilícitos del tipo descrito, sí que lo permite, lo que inserta al Ejército en su cuerpo seleccionado dentro de la sociedad establecida, por lo que, se quiera o no, adquiere razón de ser y parecerá tonto, pero el mero hecho de poder tener con qué demostrar su sentido, a su vez reconocido socialmente a través de los honores y las condecoraciones correspondientes, disminuye considerablemente el riesgo de acciones impulsivas tendiendo en el fondo nada más que a querer decirse de alguna manera en tanto que realidad propia y meritoria. Que es lo que tiene por consecuencia el que algunos quieran para si todo el espacio sin dejarle de qué respirar al otro.
Se ve claramente con esta estructuración conceptual que desaparece la tensión interna de un estado, – en su esquema igual a otros tantos – que tambalea a causa de una distinción no adecuada de conceptos. Es decir: que somos todos iguales, en tanto que personas y civiles, hasta que se demuestre lo contrario. Pues no mereciendo lo civilizado, recaemos sobre el lugar de los bandidos y fugitivos. Aunque quizá también deba haber un caminillo de vuelta posible, tras muchos auspicios.
El ejército israelí debe estar mirando con muy malos ojos mi masculinización absoluta conceptual de los Ejércitos alemanes, aunque – de hecho – no excluyo en teoría que se permita la presencia de alguna brillante estratega kamikaze dentro del mismo tras muchos exámenes y torturas correspondientes, pero alego necesidad histórica.
Sea o no el resultado de una trampa, la derrota del ejército alemán conllevó una desaparición de la auto estima de esta parte de la población causada por la evidencia de que todo lo habían hecho las mujeres, después, por mucho que gritasen y reivindicasen. Es obvio que siendo muy difícil hacer las partes, la presencia de mujeres en el Ejército puede conllevar el que en caso de necesidad, si se obtuviese victoria, se dijese: porque estamos nosotras, no dejando jamás un espacio de realización propio a varones que ya bastante mal tienen en asumir identidad.
Por lo que me parece adecuado en este caso, aunque no necesario en general.
Es cierto que mi elucubrio que no es nada más que el resultado de muchos años de pensamiento, parece, – ya empezamos, dijo el otro – salirse de lo de costumbre y tradición que había atribuido al Rat. Pero no soy Rat, en este momento, y no pretendo a legislación. Mas cabe considerar, tanto de un lado como del otro, que una persona que se haya podido atribuir tan noble título, y concierne al resto, tenga voz de opinión en tertulios más generales también, lo que de mismo modo valga para el lado contrario, no sea que se vean afligidos por modas derivadas de sombreros del panamá que terminen por ser causa de una depresión general.
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