Feeds:
Entradas
Comentarios

Himno nacional suabo

Propuesta de la reina madre de Inglaterra para himno suabo (1990)

Árbol genealógico de la familia de los Freiherren von Speth Schülzburg (1097)

Colofón

También soy comerciante en piedras preciosas, aunque solo las negocio en su comercio. Hasta llegó el árbitro. Estoy inscrita en la bolsa internacional de piedras preciosas, en tanto que auspiciante, y puedo participar en ella, si presento mi título o lo justifico debidamente.

Si todo sale bien, la señora Méndez se llevará un 10% de la transacción, pero tendrá que venir acá. Además tengo un socio.

Cuando alguien sabe demasiado hay que asociársele de inmediato, para sacar provecho y para impedir la excesiva divulgación. Hay momentos en los que se puede regalar esmeralda y algunos tienen el derecho de ‘robarse’ un puñado, que no es robar, al ser derecho.

Hay que terminar de algún modo, pues otras actividades me esperan y se pueden extender historias en el tiempo, cuando tienes la ocasión.

Supongo que he expuesto claramente todos los puntos, aunque no haya razón para creérselos todos.

Le he llevado las acciones al juez quien, me parece, debe evaluar algo.

Pero hay que darle fin a la explicación y hasta a los manuales de los soberanos, que deben abarcar desde el más pequeño al más grande. Como todas las complicaciones implicadas por ciertas tareas.

Sí. Había que concluir de algún modo.

Dicen que el presidente de la bolsa de piedras en su gerencia de las esmeraldas, tuvo un hijo el mismo día en el que llamó su amigo milenario, que era mi padre, el señor Arne Kasten von Speth Schülzburg, para pedir información sobre la eventual presencia del nombre de su abuelo en la lista de diamanteros. Según una tradición centenaria, lo von Speth y los Eynol se encontraban casualmente una vez cada generación, tan casualmente que se decía que bastaba con tirar una piedra y que el uno la encontrase y el otro, buscándola, se topase con él, por casualidad. Y aquel resultó ser un Eynol, aunque ya ni se acordaba del nombre, y aquel se sorprendió y dijo, que acababa además de nacer su hijo y que como hasta entonces no se había encontrado con ningún von Speth había terminado por atribuir toda la historia a la mitología familiar.

Se discutía por aquellos entonces si debía Israel tener o no, el derecho de comerciar libremente con diamante en su país, y había mucha presión para que así no fuese. Y no sabía qué hacer. Mi padre dijo que tenía una sabelotodo en su casa, y que le preguntaría, pues aun se preguntaba de dónde podía haber sacado semejante compendio de leyes, regulaciones y costumbres vigentes, y aun si lo supiese, no entendería cómo se las había aprendido. Y dijo aquel que preguntase y que si lo hacía, y había solución, tiraría la piedra al agua, como sucedía de vez en cuando, le habían dicho, pero ya se lo creía todo, y si la encontraba uno de los míos o específicamente la sabelotodo en cuestión, me debería favor y fundaría aquello a lo que pretendía, a saber, que ellos sabían lo que hacían en esa área. Se trataba de la piedra de Eylat, que daba la medida y el peso, y era reputada de mucho valor y milenaria, y cortada solo en dos caras.

Mi padre vino con la cuestión y yo me desesperé y dije que ya valía de tanta pregunta y que seguro que sería otro problemón. Y dijo que se trataba del amigo milenario, lo que me hizo reír. Y me expuso la cuestión. “Hm,” dije, “nada más fácil. Pues es costumbre aun vigente que si al gerente o presidente, o en realidad, ambas cosas a la vez, con cierto título rimbombante, de la bolsa de piedras tiene hijo o se casa, que se pida un deseo de valía internacional. Y que se pidiese eso.” Me lo acababan de decir, pues tratábamos el problema del fondo, cuyo fondo debía conocer si me inscribían en semejante lugar, con todo su compendio de leyes. Y preguntó dónde estaba el truco. “Hay que decir, es costumbre, y agregar si hay cuestionamiento, aun en vigor, pues soy yo que la mantengo viva.”

Se creyó entonces que hasta la piedra terminaría por encontrarse en mis manos, lo que fue el caso, y la encontré en Jerusalén en Israel, en 2003, cuando un joven palestino me dijo de entrar a su tienda de antigüedades y me invitó a un té, poniendo cara de gran misterio, y yo diciendo que no quería comprar nada, pero insistió. Y señaló la piedra y dijo algo en un idioma incomprensible como sobrentendiendo un gran valor inherente que yo sabría apreciar. Me reí y le pregunté qué era. “Una piedra de Eylat,” dijo aquel, lo que no me decía ya nada. Me dijo que valía 200 USD y como me había hecho gracia, y sobre todo que a tanto misterio que casi recordaba a la lámpara de Aladino, se le diese valor solo de 200, la compré. Y me la llevé tranquilamente, sin darle mayor importancia y solo me acordé hace unos días, al decirme algo el nombre de Eylol.

Lo recordé todo y me dije, fíjate, su hijo, y es aquella única vez en la que nos encontramos en la vida, pero no, ya no, porque somos los penúltimos y solo quedan los últimos, que son nuestra descendencia, que se instaura, y se pueden ligar amistades más extensas y no sujetas a condición. También apareció el hijo del señor von Thurn und Taxis, que tiene el mismo nombre que aquel, y era la segunda vez que nos veíamos en este lugar, aunque no nos hemos hablado nunca, pues solo tenemos el derecho de comunicarnos de modo indirecto o con intermediario, hasta los penúltimos, que deben reunirse para ultimar detalles y presentar el reporte de la investigación y los logros, las quejas y expresar la satisfacción en cuanto al hecho según el que todo llega a su fin, como previsto.

Aquel tenía otra tarea, pero me obliga el silencio.

En todo caso tenía Eylol el derecho de quedarse con la piedra si se encontraba en sus manos, lo que fue el caso, pero no se la quedó, sino que la devolvió, lo que implica, que hay transacción pues es garantía y prueba de que alguna vez éramos mismos lo que es suficiente para convencer al resto, que siempre murmura y protesta.

Ellos me dieron el ‘palaver’ que era la discusión y presentación de los sucesos en palabras propias, por estimarse que tenía mucha sapiencia casual, que llegaba a mis manos sin saberse exactamente cómo, lo que favorecía a todos. Y es el encuentro de los tres en el mismo lugar aunque a distintas horas, señal, que aquello que lo saben, entienden cómo interpretar. Y mostraba cierto talento para ordenar lo que de modo tan complejo se presentaba a los ojos de cualquiera.

También se dice que Idlf era Carolina de Mónaco. Pero no lo sé. A veces es conveniente acusar en falso, dijo aquella vez, y yo contesté, sobre todo cuando se atina.

Sabe el sabio hacer la diferencia entre el grano bueno y el malo, por lo que se pueden decir las cosas, digo, aun públicamente, cuando de modo debido se sabe enmascarar aquello que solo incumbe a pocos.

Reiteramos la paz con China y así con el Pakistán, así como con Rusia, que tiene guardia también, para nosotros, según lo convenido, y somos nosotros, nosotros tres y los nuestros, y aquellos que de algún modo, nuestros se digan. Y que hagan lo que entiendan, pues se les atribuye mucha sapiencia en el manejar de ciertas cosas.

Y todo aquello que además se dice en estas ocasiones, aprovechando esta para agradecer a la tierra que no dio cobijo cuando ya nada cuadraba, el que lo haya hecho, habiendo así salvado nuestra misión, por lo que le cabe mucho agradecimiento, aunque no diré eterno, no sea que se fijen de nuevo fechas y haya gentes suspendidas de la espera de lo que será por muchas generaciones. Lo que, confieso resultó un poco pesado, sobre todo al final. Aunque también causa de mucha alegría, por otro lado, al ver misión tan compleja abrirse con sus pétalos tras tanto tiempo, y en dimensiones que apenas nadie conoce, y que conste que los crímenes se pagan, y que hay villanía que no tiene perdón, y que la honra se encuentra en esclarecerlos y hacer de su elucidación, destino, aunque sea en los tiempos.

Tenemos nuestra mitad del tratado. Que se junten, entonces, que hasta el pastel de nata con guinda presentamos, debidamente esclarecido, y hasta en interpretación obtusa, por si acaso no fuese correcta nuestra interpretación, según la que son ellos los que lo traen. Pero nos basta con su presencia, pues descansarán nuestros ojos, cansados de la presencia de un crimen que ya nombre no tenía, y que no debe reproducirse jamás.

Haremos lo nuestro, convencidos de que ahora es tiempo de que otros asuman su tarea, y descansaremos, lo que es buena disposición para el negocio y alguna otra contemplación.

Son ellos los que fijan, yo solo dispongo del principio.

Solo es cuestión de empezar, luego todo se hace solo dentro de su propia lógica, por lo que será ejemplar lo que digo, pues por algo se empieza, aunque solo sea por leer aquello de lo que otros atestiguan de modo fehaciente.

No hay nada más que decir. Tardamos 1000 años en entender lo que era ser feliz como aquel, pero vale la pena esperar. Pero justifica la historia si en debido lugar inserta.

Alejandro Magno

Sé que por aquellas épocas tenía prácticamente todos los elementos permitiendo tener una comprensión completa de todos los sucesos. Aun teniendo todos los elementos, no tenía la visión completa, lo que no implica que errase en mis decisiones. A veces no es bueno saberlo todo, pero sabemos que teniendo las partes esenciales que permita decir que sabemos de qué hablamos, podemos hablar sin confundirnos, que es lo más importante y tomar decisiones en lo que nos concierne.

Retomando aquellos puedo exponer sin embargo hoy, el resto, de algún modo, y las razones para hacerlo, porque es raro.

Después de la guerra de Troya, sobre el año 1200 aC, las mujeres de Troya juraron venganza. Sobre el 800 aC la reina de Sabah va a visitar a Salomón en Jerusalén, del que admira la sabiduría, lo que suscita gran envidia en los griegos quienes estiman su sabiduría inmensa, aunque en realidad solo copian lo que roban de Asia Menor, que es de donde viene el griego originalmente y todo el resto no es nada más que un puro invento, y lo dan por suyo, apropiándose incluso para sí las constantes burlas asiáticas en cuanto a sus pretensiones. La venganza de Troya consiste en hacerse lugar en Macedonia y generar un monstruo. Se dice que se veían las llamas de Troya el día en el que nació Alejandro desde el otro lado del mar. Y diciendo que es griego lo que procede de la educación griega, contratan a un griego, Aristóteles, para educar a Alejandro, quien comienza su historia, según lo que se dice, matando a su padre. Invade Grecia y convence a los griegos de que invadan Asia Menor o Persia, haciéndose conocer por su crueldad. Alejandro llega hasta el Indus, y comete las más crueles masacres y los más atroces actos que se hayan conocido en la historia de la humanidad. Pasan los Himalaya y se encuentran con China, que los espanta y huyen como conejos. El Pakistán es aliado natural de China, por diversas razones, entre las que se encuentra el cachemira, producto que se hace combinando la seda y la lana.

Durante mi estancia en el Pakistán me mostraron las gentes del lugar unas fosas de unos tres metros de alto, en las que aun se veían las uñas de aquellos que querían utilizar sus manos para salir de ellas, justo al lado de lo que se llamaba un templo griego, teniendo exactamente la misma forma de aquel utilizado en el Sinaí para hacer sacrificios humanos. Se dibujaba aun el terror en el rostro de ese hombre y temblaba su voz al relatarlo. También me dijeron que había una tribu llamada Kalash en las alturas del Himalaya, que descendían de esa época y me enseñaron unas tarjetas donde se trataban esas gentes, que tenían como una expresión ausente, de alguien que no ha olvidado un suceso que se le ha quedado grabado en la memoria.

Supongo que China investigó, indagó, y reunió testimonios por unos 100 años y juró venganza en dos fases. Que en mil años habría masacre para todos si no se discernía el culpable o los culpables, pues mentían, se disfrazaban y cambiaban de nombre con constancia. En el 220 aC, 100 años después de los sucesos, el emperador Xiang entierra a sus soldados y deja guardia que los proteja, con la misión de esperar 2.000 años a que haya discernimiento. Y si aun se acuerdan y han evaluado bien la extensión del crimen, se prepararán sus guerreros para la venganza.

Los Kalash son los testigos.

Lo más probable es que Temudjin, el futuro Djenghis Khan, recibiese la misión de elucidar el asunto con la promesa de recibir honores imperiales si lo hacía. Es conocido que se esperaba el fin del mundo para el año mil de nuestra era, como si algo hubiese transcendido. Temudjin alía con von Speth y le da dimensión de tiempo a la elucidación. Los von Speth tienen ‘ojos’ de por la hija de Mungo, que es quien da nombre a la raza, y deben presentarse al cabo de los mil años sucesivos con toda la elucidación del asunto, llamando a los responsables en sus descendientes de por su nombre, los lugares afectados por el mismo tipo de comportamiento, los bastiones y las cotas y las banderas, teniendo vida aun los ‘ojos’ pues sino sería masacre ciega.

Los años son distintos que se cuenten aquí o allá, aunque se aproximan. Después del hallazgo de las estatuas, tenemos 30 años para dar respuesta, ya que salimos en ese momento. Deben ser los de antes, los von Speth con descendencia de Mungo, el señor von Thurn und Taxis que era el amigo o garantía y un judío, que era testigo, que se llamaba Eylol. O algo así.

Los tzarakatzanos son parientes de los Kalash que salieron a la búsqueda de los culpables y encontraron de por sí, a la descendiente de Alejandro, que era la señora Trapisonda. Y dejaron según una costumbre muy vieja, un niño muerto de alma en sus cercanías para que sirviese de guía.

Es una evidencia que Temudjin pide mujeres para sus soldados como para saber cuales son las costumbres del lugar, y parece que lo único que se sabía de los salvajes, era que casaban a las mujeres del lugar por la fuerza con sus soldados. Alejandro casaba a sus soldados con las mujeres persas por la fuerza, diciendo que así terminan por entenderse las razas.

Al responder adecuadamente von Speth, distingue a unos de otros, y deja la responsabilidad de la elucidación a las gentes del lugar. No hay nadie por ahí que quiera ver el otro mar. Como Alejandro. Thurn und Taxis es griego también, de por algún casamiento que consta en los textos de Chrétien de Troye, y debe aludir vagamente a Alejandro sin saber mucho más. 

El tratado de von Speth con Temudjin, espanta a los griegos, de los que algunos huyen, buscando otros en diversos lugares aliados de por el hecho de compartir el mismo crimen, por lo que incitan incluso a Alemania a cometerlos, porque se los dice fuertes, y que así sean protegidos.

Las dos fuerzas unidas en su lógica que produjeron los hechos, son las de Troya vengándose sobre Atenas envidiosa. Las primeras son las que tienen el arte en magia, veneno y brebaje, como se deriva de Medea, y los segundos, lo que aun sacrifican niños. Esta lógica es la que agarra en España e Italia, y termina por producir otro monstruo, Alfonso XIII. Y algunos más, como Franceschi, como algún Papa, etc.

Se puede decir concretamente que se extiende la lógica sobre los territorios europeos en general, formándose tres focos de resistencia, a parte de Inglaterra, uno en Alemania y Austria, alrededor de godos y hunos, a los que se suman los serbios y los búlgaros y albanos, menos algunos, otro en Francia alrededor de la vieja reina sin nombre y con mucha mala uva, y otro alrededor de los isabelinos españoles, los que lógicamente no defienden la atrocidad y estiman que hay causa de guerra justificada, ya que denotando la extensión de la mente enferma la reproducción de los hechos durante la segunda guerra.

El mongol es de muy difícil comprensión. Muy a menudo, se atribuye alguna falta para inducir en el error de la complicidad y extorsionar confesiones, y otras publica en bando lo que otros piensan como si fuese suyo para que se pruebe la veracidad de lo que algunos pretenden. Los equilibrios del idioma en su comprensión se agarran de un epicentro de la llamada tierra (líneas medias), que es como la armonía que se obtiene solo amando, de tal suerte a que la referencia a este sentimiento, permite que cada cual entienda lo que entiende en su propio idioma, soliendo dejarse la elucidación para cuando se produzcan los hechos.

Europa pasaría muchos cientos de años intentando demostrar que Temudjin erraba o mentía o pretendía a más de lo que podía defender, pudiendo incluso decirse que el esfuerzo por definir centros de la tierra y demás, no proviene nada más que de ese esfuerzo, en suma, bastante ridículo, como prueban los hechos y los significados.

La agresión hecha sobre nuestra familia con la boda Kasten es mucho más grave de lo que parece en un principio, ya que al haber traición se pierde la referencia al punto medio por lo que se pierde el único medio de comunicación posible con Mongolia, que es el único puente abierto hacia China. Habiendo argumento, Mongolia perdonaría, pero solo habría masacre al no poder dar la extensión. Debí concluir muy rápidamente, sin embargo, que estos eran ‘simples’, y que solo actuaron por inducción y llevé a los que había detectado como culpables de la inducción a Jerusalén, para ver si se arrepentían, pero solo agravaron los hechos. Y son: la familia Bonhomme, la familia Catroux, la familia Leurent, mi hermano Jorge Kasten, de por su padre, el polaco, y de España, los Vilaseca y los Fernández Milián. Y en segunda tanda, la familia suiza Kroner y la francesa Papillon, tanto como la griega Stamo. Habiendo agravante sobre mi hermano y sobre los Bonhomme.

“Las coges al vuelo y rebotan.” Es el lenguaje que utilizan todos ellos en la fusión que digamos Troya/Atenas. Si te imaginas un juego de tenis, y una pelota que pegase en algún sitio concreto de una frase, como haciéndola resaltar, forman todas las palabras subrayadas una red de pescados desordenados, que obtienen sentido de por la ordenación hecha dentro de la noción suscitada por el recuerdo del crimen cometido, pudiendo decirse que hay traslado del sentido de por la naturaleza del crimen, por lo que siempre saben si alguno no lo ha cometido, lo que se pena con la muerte o, si justificado, con un descenso de categoría, y se entienden las categorías entre ellas. “Solo funciona si te lo crees, porque sino te vuelves loco.” Lo que sucedió con mi abuelo, y hay constancia de que el primogénito murió durante la guerra civil, atribuyendo mi abuela siempre la causa a otras razones, más siendo su pregunta insistente ‘qué culpa tendrían los niños, pues son inocentes’.

La falta de intento de elucidación de los sucesos de la segunda guerra, implica falta general, salvo de Inglaterra, que aun esperaba los resultados que no llegaban nunca, al ser el asunto excesivamente complejo.

A cambio de todo su trabajo, Temudjin le prometió a mi ancestro un pastel de nata con guinda, si lo conseguía hacer, lo que explica que la familia, en Luis II, terminase el castillo de Neu Schwanstein cuando se acercaba el plazo, para tener embajada y lugar de recepción adecuados, pues debíamos estar bien presentados. Lo que probablemente significaba, ‘hablar un lenguaje claro e inteligible’.

Quizá se piense que dos mil años de espera no justifiquen una guerra en este momento, pero si entiendo bien, Xian dedujo que lo volverían a hacer y suponiendo que tales crímenes implicaban una muy grave agresión de la soberanía, que mantenía los órdenes de los cielos y la tierra, dejó a alguien en algún lugar que lo representase, de tal suerte a atraer sobre sí la agresión, lo que se hizo a través del Japón, alevosamente y a traición, como de costumbre, habiendo unos alemanes inducidos por el vaticano, logrado acceso al palacio imperial presentando unos ‘ojos’ (anteojos o gafas) para aludir a ciertos recuerdos del pasado, y así abrir vía para el Japón haciéndose los inocentes, como de costumbre. El camino de vuelta muestra el mismo origen. Esa trampa, bien tendida, sería la causa de guerra para aquellos que se encontrasen en vida en el momento de cerrarse el plazo.

Ellos ponen las armas y los modos. Eso dice.

Los von Speth construyeron su castillo con el único propósito de proteger el documento del tratado, aunque debíamos sabérnoslo de memoria. ‘Estar presente en el momento del reencuentro’. Y aunque solo servía para proteger tierras y vidas, quemaron el castillo y mataron a los nuestros. Los franceses sacaron a los Saignard para ese caso.

Ayer me encontré con Eylol. Tengo la piedra de Eilat que sirve como modo de reconocimiento para este asunto, por lo que puedo revelarlo, ya que con la presentación de los tres descendientes de aquellos presentes en el momento del tratado, vence su significado.

Si comprendo bien, mercurio quiere decir discernimiento en chino. Xian abrió tres caminos o surcos entre las estatuas (ríos), que corresponden a tres recorridos, del que uno, lo abrió Temudjin, por Rusia, pasando por fuego y espada todo lugar que no tuviese ninguna respuesta a sus preguntas o estuviese en desconocimiento de los sucesos, al estimarse tan horrendo, que debía su voz haber corrido ya por toda la tierra. Los otros dos quedan por abrir, que son el sur de Rusia y el camino persa. A estas tropas, se suman las tropas musulmanas, aliadas con las mogolas para este asunto, y las de aquellos a los que estos argumentos convenzan.

Las trampas chinas se utilizan para medir la fuerza del golpe y evaluar la respuesta. Estimándose el triple al tratarse de pueblo de mujeres.

Es extraño, verdad? Poniendo un orden en mi memoria, un tanto sobrecargada por tanta espera, me acordé que en el Ecuador compran acciones viejas, valiendo mucho las extranjeras, sobre todo si son raras o significativas. De lo que tendría que notificar a la aduana, ya que no lo había considerado antes, y tengo muchas. Para qué servirán?

También me acordé de que una biblioteca correspondiendo a una imagen representativa adecuada, debe contener solo libros que se hayan leído, alguna mentirijilla, algo que sea bonito y los que te recuerden a alguien que aprecies. Guardé tres libros de Karl May, se lo había prometido: Robar libros es un hobby.

Quiero decir que me es muy indiferente lo que suceda, y tiene su explicación.

Los pomakos son aliados de los tzarakatzanos. Sobre los gitanos no pesa culpa. A los judíos los persiguieron para que no hubiese testigo. A los von Thurn und Taxis les robaron todo para que no tuviesen dignidad y a nosotros quisieron cegarnos la vista. Los rumanos se refugian en Serbia. Los húngaros son aliados de los austriacos. Los demás se defienden y algunos lugares ya no existirán en su momento, según el discernimiento dado.

Todo está aclarado, y aun se pueden responder preguntas. Las personas de dignidad siguen con sus actividades cuando hay guerra y no se preocupan cuando no pesa culpa sobre ellos. Puedo seguir tranquilamente con mis negocios.

Ya soy marchante. Tienes que exponer tu propósito en un lugar público durante un año y tener alguna obra con valor internacional y representar a un pintor que tenga valor intrínseco justificado. Hay que escribir una presentación de unas cuantas páginas que pueden ser unas cuantas más. Eso no te da acceso al título, que ya debes tener de por la exposición en lugar público, solo permite evaluar la categoría a la que perteneces.

La reina de Francia se rodea de personas indignas cuando quiere consumar su venganza. Como la realidad soberana implica un nuevo orden de juicio y categoría, se estima posible que se reconozca por una persona más o menos indigna, ya que no se sabe todavía exactamente lo que es, bastando una sola reconociendo y otra atribución soberana para legitimar al soberano y puede reunir tropas.

Mi madre quería ser algo, pero algo son los barones. Queriendo ser algo, prefería ser conde, porque son austeros soberanos de su casa. Y conde, no condesa, porque quedaba mejor. Además, las condesas son malas. Y eso se sabe.

De todos aquellos que recibieron un título del Emperor, todos fueron reconocidos indignos según el nuevo orden, pero lo suficientemente dignos como para consumar la venganza, siendo única digna, la madre del futuro Emperor, ya que así se designa. “Yo soy digna aunque me rodee de indignos.” Lo que no está mal, finalmente.

El frente de Occidente

Djenghis Khan querría al cabo de 1.000 años, 100.000 mujeres para sus hombres, que fuesen de su estirpe y raza y le contestó el señor von Speth que serían aquellas que de sus hombres se enamorarían, porque así se reconocerían que eran de su estirpe, y raza adquirirían de por el hecho de que sus hombres las reconociesen, diseminadas entre todas y disimuladas para no darlo todo por hecho. “Rápido aprendes,” dijo Djenghis Khan, “Acaso tienes hermandad con mi adivina?” “Es posible,” dijo aquel, “pero nos pesa mancha.” Después Djenghis Khan se sumió en cierto silencio y dijo tras alguna meditación: “Mucho poder tienes, porque hay verdad en lo que dices. Pero dime, cómo lo harías?” “Guardando solo en mi la enseñanza que me das, lo tuyos se reconocerán por ella.”

Por aquellos días, las cosas aparecieron a mi mente con gran claridad, ordenándose rápidamente según la nueva evidencia. Hice algún cálculo y puse todo lo anterior en su sitio, pues había cosas que me resultaba confusas e imprecisas e incluso alguna que debiera desecharse.

El señor von Thurn und Taxis había dicho que el Estado Mayor no se responsabilizaba de mi porque decía que no acataba órdenes, aunque orden no hubiese habido ninguna, sino solo que el señor von Thurn und Taxis había perdido un galón por decir imprudencias, y que él había pedido que me retirase, lo que se hace con soberanos a los que aun se forman. Me dijo además que la ONU no reconocía nuestras órdenes aun y que se me podían denegar ciertos derechos derivados de la realización de mis misiones si se me acusaba de temeraria. Y me reí. “No cupiese ser temerario si no hay temor, pues es temerario aquel que sintiendo temor y no queriendo reconocerlo, se impone la realización de cosas que no puede, recurriendo a menudo a la violencia, pues ciego, o la treta, pues falto de inteligencia.” Y yo no resentía temor alguno, más bien todo lo contrario. “Es de necesidad que el descubrimiento de aquello que nos falta en su belleza venga acompañado del terror que hace barrera entre lo que eres hoy y lo que puede ser mañana, pero veo que puede más aquello y medios tengo para superarlo.” “Aun la muerte?”

Habíamos pedido un apartado, a lo que teníamos derecho para discutir cosas nuestras, pues había habido queja de Francia de que yo estaba en posesión de un secreto de estado, obtenido de modo lícito, y aunque no se encontró falta en mi, se había dicho que en Francia, se podía recurrir a la pena máxima en caso de que se estimase la nación en peligro. Y había asustado a aquel por lo que pedí la reserva. Y aunque debe haber testigo, hablamos esta vez en alemán, por lo que nadie entendió lo que decíamos y dijimos que hablábamos godo, para que no buscasen la traducción. Ya que debían discernir primero que era el godo habla o modo, aunque no idioma. Y buscar el traductor correspondiente, que no había. “Para empezar,” dije, con cierto deje de humor, “los secretos de estado constan en algún sitio, que hay ir a buscar con mucha llave y conocimiento, teniendo cada cual los suyos y mucho misterio para verificarse. Y no puede haber secreto en un hecho que se acaba de producir. Además no se protege por las correspondientes leyes, aquello que encubre o delata acción criminal, y es crimen no responder por lo suyo, que es lo que están haciendo. Y aun siendo, debe preceder juicio para someter a penas mayores, y si no hay, solo dios dispone de la vida del hombre, pues lo contrario anula el estado de derecho. Y. Desgracia. Para juicio hay que revelar con precisión la naturaleza del crimen – ya me lo he aprendido todo -, lo que implica revelar la naturaleza del secreto, para que se pueda contestar que no lo es, de esa naturaleza, y poder probar después que hay negligencia, por lo que no cabe pena. Y no pueden hacerlo, para no revelar el secreto.” Se rió. Y se reía tanto que no decía nada. “O sea que ganas juicio.” “En todo caso.” “Y no pueden matar sin él?” “En ninguno.” Y seguía riéndose.

Asumió defender mi posición, en ese caso. Pero preguntó qué haría si se desistía el Ejército. “Oh,” contesté, “no debería ser eso mayor preocupación, pues así nos ganamos al Ejército e imponemos razón. Antes dudaba, porque juzgamos a los que se encuentran a nuestras órdenes por sus oficiales, pero he visto cómo actúan, cómo manejan, cómo tergiversan y cómo aparentan y podría afirmar que se construyen dos órdenes, habiendo puesto todo en su debido sitio. Pues los americanos reconocen al Gotha como comandante en jefe, por escrito, lo que prevalece, y algunos creen que el Gotha es el Estado Mayor por lo que hay ingerencia de nuevo, por esa vía. O sea que se encuentran aquellos que entienden de orden y aquellos que entienden de ingerencia, cada cual creyendo lo que cree en lo que le incumbe, y así se separará el pueblo en el que se reconoce en si, y lo que se deja influenciar. Y nosotros hemos formado el IDID para remediar a un error que puede tener mucha consecuencia, para cuya formalización efectiva hace falta un soberano, que de orden a la ‘tribu’, de salir de su estado tribal, para integrar órdenes civilizadas o así llamadas, lo que en todo caso, nos da primacía sobre el Estado Mayor que está en estado de insurrección y sublevación por no someterse al orden nuestro, ya que somos de por la fuerza que ocupaba, comandantes en jefe, en forma de tienda tribal sobre el resto. Al no haber soberano reconocido, no recae la responsabilidad sobre nosotros sino sobre aquel que impuso ese orden, que son los EEUU, a cuyo orden nos sometemos, en lo que afecta lo acordado, pero no a orden, puesto que nos dieron libertad en la gestión. Y si un día exponemos nuestras razones, puede que por esa única razón, nos acuerden lo que buscamos, de por consenso restringido a aquello que ellos determinen, pues ese derecho tienen. Pero podemos solicitar extensiones, si con ello favor les hacemos. Y mientras tanto, ni los EEUU pueden de por derechos internacionales consensuados, impedir el ejercicio del poder que ya tengo afectando solo el derecho de familia y decir de mi raza y estirpe aquella que de cierto acuerdo nazca, solo en Alemania, y a partir de ahí para lo que se tercie, heredera de mi nombre y de mis funciones. Ahora reconozco ese poder, de por si aun limitado, pues antes no lo veía ya que no tenía ojos para ver las diferencias, lo que debe preceder antes de asumir aquello a lo que se da asentimiento. Más solo ese, por el momento. Y soberanía de tierra aun existe, cuando se tiene derecho diferenciado, aunque no apliquen las leyes territoriales por no haber estado, al que no podemos pretender, por el momento.”

El señor von Thurn und Taxis preguntó que otras cosas nuevas habían surgido del nuevo estado de las cosas, pues había constatado con gran asombro que al escuchar mis palabras, de hecho se había determinado una nueva inteligencia en su mente a la que podía dar su entero consentimiento. Los von Thurn und Taxis tienen el derecho de asentir sin dar necesariamente su pleno asentimiento. Por eso siempre los mandan para negociar, porque saben la diferencia, y los von Speth dicen que sí o que no, y no cabe nada en medio, por lo que se los estima de difíciles en el trato con el extranjero.

Dije que al considerar las cosas desde esta nueva perspectiva había visto claramente lo que era trampa política y podía definirlo de por el ejemplo, lo que se me atribuye, (como he hecho), pero también que Alfonso XIII no estaba loco y que había causa de guerra con España por la segunda guerra. “Se llama causa belis represalis, o algo así, como represalia por lo sucedido con anterioridad, considerado en su conjunto. Y esas guerras no se compensan por medio de finanzas o favores, porque tercia por medio la honra.” Me pidió que lo explicase, pues de hecho había mucho cuestionamiento en cuanto a las taras hereditarias y si eso podía invalidar lo que yo era. “Más invalida a otros en sus pretensiones,” dije, “pero no a mi, porque de razón dispongo en mi nueva especie, que debo justificar debidamente, y ello lo afirmo con seguridad, pues lo he visto y justificaré, con lógica y ejemplo, pero otros también lo verán de por si y mi comportamiento.

Alfonso XIII no puede ser considerado psicópata porque afirma que no resiente placer en el crimen, que es la característica esencial de este, sino más bien que le hastía, lo que implica que tiene libre albedrío, que es lo que define la razón. Y aunque se pudiese afirmar que manifiesta extrema clarividencia en la evaluación de si mismo, es de razón moral, cuando se constata falla en el pensamiento, de hacer como que se ‘pisa’ esa realidad que se concibe de si, para sacar del hecho de la clarividencia, aquello que determinase nuestro destino a partir de ese momento. Lo que no hizo y no quiso hacerlo, y es prueba la misma clarividencia, la que por su presencia, implica un mejor que de ese modo no puede negarse, y se rechaza en cuanto a sus implicaciones, por regodearse, como él bien dice, en la auto contemplación de uno mismo. Y yo entendía que era eso a lo que se refieren los profetas cuando dicen que debe el hijo apartarse del camino de los padres, cuando estos yerran, para que no les caiga falta. No hay locura en Alfonso XIII, que es lo único que se puede alegar en estos casos, para inocentar a los pueblos, porque hay locuras muy seductoras. Mi madre,” seguí, “está loca, porque la mujer no se sustenta en palabra sino en intuición, y habiendo heredado de lo suyo, de lo que yo me aparto, no tiene instrumentos de lógica que le permitan hacer las diferencias, provocando un mejunje en el alma las palabras de aquel y lo que heredase, que no tiene medios de limpiar, al ser además, idioma de maricas, que es desconocido en cuanto a su definición, área de aplicación y significado preciso. Los que de ella heredan, se diferencian de por ese mismo modo, pudiendo decirse que mis dos hermanos son culpables de falta que cometiesen, al tener la responsabilidad de elucidar el asunto del que heredan, sin cometer crimen, y si no lo hacen les recae culpa. Mientras que mis dos hermanas esperan a que se elucide, y si se hace y no recapacitan, les recae la culpa de los crímenes que pudiesen haber cometido, y si recapacitan, igual pagan por sus crímenes si hubiese, pues pueden considerarlos y responder por ellos aunque yazcan en el pasado, y si lo hacen, tienen la vida salva, aunque mueran. Y pueden pretender en cualquier caso a alguna situación atenuante o muy atenuante, lo que no concierne crímenes mayores, aunque sí la complicidad en estos, que se considerase para evaluar la situación.

Y además, por lo que dije con anterioridad, veo ahora que es mi padre de madre, y mi padrino, el padre, mi madre, en realidad, no siendo sino el anhelo de la señora Méndez de encontrar solución a tan ingente problemón, como lo llamaba. Y coinciden los testimonios, por lo que se les puede dar credibilidad ya que de ellos, todo resulta. Siendo yo fruto de lo que ama en su posibilidad, como lo que anhela, más no realizado, que es lo que siempre me aparece a los ojos, que es como posible, sin ser, y siempre muy distante en cuanto a su realización. Y coincidiendo además con lo que resulta, que soy yo, se puede afirmar con determinación, que en mi, hay posible fruto en los tiempos de aquellos que no se quieran decir ‘higos’ para identificarse.”

Mi padre había llegado a la misma conclusión. Pero quería saberlo y dijo que se retiraba del mundanal ruido, como la señora Méndez, para adquirir la evidencia de por si, y que si lo conseguía, me encontraría ahí donde estaba Olabarrieta, aunque no lo conocería, porque le había dado mucha envidia el que se dispusiese a salir corriendo para ir a buscarme, cosa que a él ni siquiera se le había ocurrido.

Entendí además que las catástrofes universales a las que había concluido George Bush, tenían por causa real, y lo veía entonces al revés, dos cosas, que Djenghis Khan había amenazado de mucha amenaza si no se cumplían los acuerdos, y que no se habían reconocido cuatro hijos de dios. Y me apareció toda con harta evidencia. Porque al que llaman Cristo, decía que no era de esta tierra su soberanía, por lo que aludía a tierras del alma. Y si esto se hubiese reconocido de algún modo, se hubiesen visto a los suyos, de los que se reclamaba Djenghis Khan, el sultán de Turquía y la descendencia de la reina de Sabah en el Pakistán. Estimándose ridículo, aunque las escrituras lo apoyan diciendo que serán llamados Hijos de Dios, aquellos que guarden su palabra (San Juan) y como he querido demostrar en diversos escritos, la palabra no solo se repite, sino que se divulga de diversos modos, por lo que son aquellos lo que son, aun no sabiendo decir el nombre de aquel en el que son. Y siendo aquel único y primogénito, podían aparecer otros quienes de por su apego al mismo principio soberano, que es el decirse en palabra, para formar destino exterior (camino) en evidencia verdadera, deben ser dichos por ese apelativo. Lo que no significa a su vez, que sean ‘perfectos’ sino sujetos a su humana imperfección en la tentativa constante de alcanzar un bien mayor que se funda en el principio. Le expliqué al señor von Thurn und Taxis que supe cómo había sucedido en el caso de Djenghis Khan tras alguna reflexión, pues lleva la memoria huella ancestral y el hombre, al crecer, busca apoyo en lo que lo sustenta de por la biología, y al no poder aquel, se puso a pensar a su manera. En ese pensamiento reconoció luz en lo que le decía mujer, y fundó órdenes nuevas y curó a los suyos de sus pretensiones y los hizo partícipes de lo suyo. Igual que aquel. Pues lleva el soberano que de ese modo se presenta la tara heredada por una raza, pueblo o nación, dándole nombre para permitir que los suyos en ello se desarrollen. El dijo que los suyos eran unos mentecatos que querían espacio sin extenderse en el tiempo, y les había dado por tarea el quedarse quietos y esperar durante mil años a ver si era más bien lo que decía él y no lo que ellos querían figurarse. Y ellos también recuperarían su inocencia, cosa que parece inspirar algunas partes del Corán, pues también tienen doncellas prometidas al entrar en el paraíso, que es la inocencia, en la tierra como allá, por lo que se puede considerar que los mongoles y los árabes son aliados de esencia. Pero cada cual a su manera.

Y me dije de esa soberanía para mi pueblo, aunque no para los germanos, sobre los que nosotros teníamos el derecho de echar nuestro manto, según nuestras tradiciones. Pero nada más.

Como mi madre refunfuñaba y decía que ella no tenía herencia, le dije que ‘ella heredaría de su propia hija y que se esforzase mucho, y buscase al padre con mucha precaución, pero no al físico que estaba ocupado con otros asuntos, sino al real y que algunas malas señoras se quedan sin hijos aunque paran, y debía asumir eso en el peor de los casos. Pero que si lo lograba antes de que le quitasen la luz, se tirase a los pies de quien correspondiese y pidiese linaje nuevo para su familia, que sería si quería, Checa y Molina, a lo que aspiraba, con padre o sin él, pues ‘a ellas se les permite no presentar padre, aunque sí tienes que decir quién es con las explicaciones correspondientes’ y habiendo elucidado la cuestión, no transmitiese tara de por la biología sino que habiendo definido claramente la característica correspondiente, procediese a designación, lo que caracterizaría al nombre y si podía, podía decir que había recuperado y que no pesaba crimen sobre su nombre sino solo confusión.

Era responsable de otorgar títulos, la señora Méndez, por privilegio que se había acordado sola con el permiso de todos, lo que fundaba la pretensión a soberanía. Pero no se lo dije. Aunque se lo dije al señor von Thurn und Taxis con la indicación de dejar caer alguna cereza o clave por los lugares para que resolviesen la cuestión a solas, como se debía, y así por lo menos, evitarles la hoguera o la mazmorra.

Yo veía que mi hermana Karen era su hija, y así se me hizo saber, mucho más tarde, cuando ya no me acordaba de nada, pero tampoco me incumbía, porque son asuntos de familia ajenos.

Por los otros, debían encontrar techo en quien tuviese derecho a echar manto, como es el caso de los caballeros aunque son órdenes antiguas, por lo que mi hermana Ana fue puesta bajo aquel de su marido, dándole nombre a aquel si conseguía formar linaje de por la elucidación de lo que significase no tener ni madre ni padre, pues el segundo bien común, más el primero? Y aquel dijo que sería gitano su hijo, lo que hasta pareció una solución, pues no tiene la madre tierra, como quien es gitano.

Y le devolví el título, que era de caballero, pero no a ella, porque no tenía seguridad, para órdenes nuestras, que es de familia también, pues se había deshonrado en su tiempo al no saber lo que era echar manto y quedándose en lo que se llamaba San Martín, dividiendo capas.

Y auguré que a los otros dos les esperaría la muerte o la cárcel de por crímenes que yo ya conocía pero que las sociedades formulan a su manera.

Y que pensaba que Cristo se llamaba Jesús o Josué porque se había metido en rangos de guerra para combatir la pretensión de este, quien sin lugar a dudas era marica, siendo él Emmanuel, que es dios con nosotros, para aspirar a mujer, una vez resuelto tan ingente entuerto.

Dijo el señor von Thurn und Taxis que le parecía ingente la cantidad de esclarecimiento de muy difíciles causas que se había obtenido de por la nueva evidencia y preguntó, si eso era religión y cómo se fundaba, pues él en eso mismo creía, de la misma manera. Y contesté que ya veríamos porque eso era muy complicado y normalmente implica guerra, por lo que por el momento, y le dije que era verdad emanando de evidencia en cuanto a su finalidad, y algunos lo reconocían en persona identificada y otros no, debiendo hacerse con precaución las diferencias.

El imperio no ve mancha propias en crímenes ajenos, pues es mucha su responsabilidad y muchos caen en la tentación de elegir el mal para molestar solamente, sino que más bien le honra el saber elucidar sus cuestiones para que otros por ellas guíen sus asuntos, sin ser ni ejemplo a seguir, ni pauta ni norma, sino reflejo del libre albedrío de cada uno.

El señor von Thurn und Taxis preguntó si no me atemorizaba el no contar con el apoyo del Ejército y dije que no, que más bien me alegraba, por quitarme de la conciencia un problema de muy difícil solución y que yo, por tradición de familia, contaba de por si, con el apoyo del pueblo. Y no me infundían temor las pretensiones de otros.

Seguía siendo lo que era antes: agente militar dependiendo del IDID, en el programa SEDA y agente de paz en la ONU, persona soberana de mis gentes, con derecho sobre el derecho de familia y ciertas pretensiones sobre una torta de nata con guinda. Quizá madre en padre de mi descendencia.

Hubo querella porque d’Urso reivindicó de ese modo la primera, lo que se le negó, por haber sabido resolver su enigma sin saber insertarlo en contextos más generales adecuados, y copiar sería copiar y no valía, por lo que era la chiquilla de Francia, llevando su nombre en segundo lugar, porque así se determinaba en esos casos, y precediendo el de la madre al haber querido darle solución, precediendo esta sobre el hecho. A lo que accedió. Y agregó que le daba lo suyo, que era el título ‘No conoce usura’ para que se lo recordase en los tiempos de por su anhelo también, pues a más no pretendía. Y para que no hubiese disputa, dijo que él era tutor de ambas hasta que yo volviese, y si hubiese impedimento, para siempre, guardando a las dos, como suyas propias. Y dijo que si yo volvía, él moriría porque así se quería, y que eso le satisfacía, pues era verdad cuando estaba asegurado de llegar a donde debía, y él ya lo estaba.

El ejército retiró su presunta protección, que no eran nada más que medios para espiar lo que hacía y el señor von Thurn und Taxis preguntó si él debía seguir en la proximidad, y le dije que no, que me molestaba porque sabía que tenía que llegar a lugares donde hasta él dudaría de mi cordura, y no quería que dudase, y que por eso no ponía impedimento, aunque pudiese, a ciertas soluciones fuera de la ley, pues debía alcanzar un punto tan bajo del inconsciente que casi era materia, para encontrar solución que se dijese definitiva, para lo que más bien el mal ayudaba en vez de ponerle impedimento. Y me reía.

“Tengo ángeles y tiempos muchos, que en lugares a los que ni la memoria alcanza, guardan para mi lo que sucede y me lo devolverán en su tiempo, lo que no es ni imprudente ni temerario, pues lo justifico, lo que implica prudencia incluso en su necesidad, lo que es razón. Y que ellos hagan lo que entiendan pero que sepan que lo ilegal es criminal y conlleva consecuencia, que yo no pido, ni admito, ni tolero, ni cedo, ni accedo al crimen, sino que asumo lo que me toca y es cada cual responsable de lo que hace de por el libre albedrío y mi deber, denunciar el crimen y no encubrirlo, sino evaluarlo en cuanto a sus implicaciones para poder decidir lo más propio.”