La foto era para darles envidia a los alemanes.
Suscitó sin embargo un cuestionamiento en cuanto a los derechos intelectuales de la misma y le dije que no se preocupase. «Claro,» dijo con cierto tono de envidia, «cuando se es emperor con semejante casa con jardín se puede uno permitir ciertos lujos.» «Desde luego. Germana tenía que ser usted. No. Ahí donde yo estaré no habrán firmado los tratados internacionales de derechos intelectuales y como se habrá generalizado el internet, usted misma pondrá la foto. Sin derechos, ayde, ya que es asi. Como quiere que se llame la foto? Vaux le Vicomte? El castillo? O algo más difícil?» «Chateau jardins.» «En plural o en singular? No sea que luego haya querella.» «En plural. Oiga, usted cómo sabe que Vaux Le Vicomte le pertenece al estado? Hay muchos castillos privados que están en la gestión parcial del estado pero siguen siendo particulares.» «Por su historia. Este castillo fue hecho por el intendente o como se llame a los impuestos de Luis XIV. Lo hizo bonito, le puso los jardines, hizo una fiesta para celebrar que estaba listo con fuegos artificiales y se le ocurrió invitar a Luis XIV que se puso negro de envidia, sospechó que le estaban robando gran parte de su beneficio y lo metió en una mazmorra ese mismo día. Y no volvió a salir. Quedó en propiedad del estado desde entonces, confiscado por su majestad. Luis XIV se llevó al arquitecto, al jardinero y al decorador para hacer Versalles después. Mas grande, claro, para que no desmereciese. Luego Federico II se inspiró de Versalles para hacer el Sanssouci. Asi dan vueltas las cosas. Pero cuesta una pasta mantener eso, además está lejos, no va mucha gente y fíjese en los jardines, para tener los arbustos podados redonditos y no se salga ni una rama… No es rentable. Nos lo darán. Si ganamos, claro.» «Y cómo se obtiene un decreto ley de esos?» «Pues normalmente lo hace el presidente o, dependiendo, el canciller o primer ministro, depende de los poderes de cada uno.» «No pasa por el congreso?» «Pues no, precisamente, es una forma un poco descarada de enmascarar un acto dictatorial cuando se usa mal de él. Es una ley privada, un privilegio, en el fondo. Tienes leyes, que es lo que hace el congreso, y cuando no se ajustan a una realidad en un momento dado, por situación de excepción o emergencia, o caso particular, se formula un decreto. ‘Que tal propiedad recaiga sobre fulanito por servicios extraordinarios a la patria.’ No es una ley o sea que no recae sobre el congreso. Tiene que ser la persona jurídica del estado en su representante, que suele ser el presidente. En Alemania no los dejan, por lo de Hitler, pero algo parecido podría recaer sobre la cancillería. En fin, no se dejaron ellos. Aquí es la presidencia porque tiene muy amplios poderes. Presentas un proyecto en forma de petición de decreto ley y dices que en este contexto con tal y cual, si se produce esto y aquello, conceda el estado, eso mismo. – Para convencer a Inès de la Fressange a irse al pico de la montaña germana, uuf. Hay que buscar soluciones alternativas.» «Y tú estás de acuerdo con el decreto ley?» «Yo abogo por cierta libertad de acción de la soberanía en caso de emergencia. Le voy a decir una cosa. Hacer proyecciones de futuro como estas que estamos haciendo, se lo puede permitir muy poca gente. Si en un caso de urgencia yo intuyo un desastre y tengo que nombrarla a usted por decreto ley, intendente para Alemania, no me gustaría que me discutiesen la decisión. Es asi y punto. Estimo que debo justificar lo que hago, quizá después. Había dicho tal y cual y por prueba, esto y aquello. Pero hay momento en los que no tienes tiempo para mucho tertulio, es eso o nada. Y presumo que se le debe dejar cierta libertad de acción al soberano porque si se confunde, de todas las maneras le cuesta el cuello.
Me parece de naturaleza. Yo en mi casa como a las tres. Y un día tengo una reunión y llego a las cuatro. Me quedo sin comer porque no vine a la hora? Las pequeñas soberanías fundan las grandes en su razón de ser. Es una cosa distinta tener una reunión y otra el irse con una novia de paseo. Por eso tienes que justificar lo que haces y hay pena si hay infracción. Para el ciudadano de a pie y para el soberano, claro. De todas maneras solo asi le damos el nombre al emperor, el nuestro. Quedará de lo más rimbombante: ‘algo’ von Speth und zu Schülzburg de la Fressange, para los siglos de los siglos, amén.» «Pero si se casa, cambiará de nombre.» «No. Es el nombre del título. Uno de los herederos lleva el título que pesa tanto que anula todo otro nombre. Con semejante nombrio.»
«Bueno,» dijo, apoyándose en el respaldo de la silla al punto que yo pensaba que se iba. «No,» dijo, «es ahora que empieza el asunto. Y no me vengas con evasivas. Dices que vas de legal, no?» «Sí.» «En qué fundas las justificaciones del emperor?» «En que tengo que revisar unos papeles. En breve y sin mucho rollo patatero: mi familia es de los primeros ‘Freiherren’ o señores libres. Estos son cabeza de linaje que no dependen del emperador. Ellos, los godos, se entendían por consenso. Se juntaban todos los jefes y tomaban alguna decisión. Cuando llegaron ustedes con sus emperadores y demás, – no, no diga que no, Carlomagno es germano, como usted, no godo – elegían a un representante de todos que llamaron ‘Kaiser’, que solo pronunciaba lo que decidían los otros y solo era si lo aceptaban en el consejo. Lo que no gustó a Roma. Trasladan el imperio hacia Viena y lo hacen hereditario, lo que no era antes. Se hace entonces una aristocracia regulada jerarquizada en dependencia del emperador. Es siempre mucho mas fácil de controlar algo asi que la intuitiva reacción de los señores a las circunstancias. Mi familia obtuvo un rango menor, porque les debían tener más miedo que todo. Son barones desde la restructuración de la aristocracia por el siglo XIV o algo asi. En si no son elegibles: me parece que debes ser por lo menos Kurfürst para ser elegible a emperador. Pero ya no era elegible nadie, porque era hereditario. Ahora, pasa le tiempo, degenera todo, se pierde todo y aparece un Hitler. La nobleza se queda sin cabeza y sin jefe. En un consejo del Rat (consejo de nobles) se decide que mi abuela mantenga su título aun después de casada, lo que normalmente no puede según la ley sálica. Eso está un poco en la nada, porque ya no hay rey, emperador, nada. Debieron hacer una treta. El título de Freiherr es independiente de la corona. Un consejo solo válido si te caes en el siglo XII y quedan solo los viejos títulos de señores. Si estos deciden que se mantenga el título de la abuela, es válido en lo que recae sobre la más pura y vieja tradición goda. Si eso es verdad, mi abuela debió ser enterrada como ‘Freiherrin’ y no como ‘Baronin’ lo que a su vez implica la aceptación tácita incluso de la Bundesrepublik que tiene a mis godos amarrados al muro y sin mucho movimiento, de la ‘soberanía’ paralela de mi abuela. Lo ve? Ellos no le dan importancia. No suena: duque, príncipe de Sajonia, conde de Montecristo, etc. eso parece sospechoso aunque no lo sea tanto. Freherrin, dicen, qué será eso. Y la dejan ahí. Sé que se mantuvo el título en el entierro, porque lo dijo mi padre. Pero no recuerdo si dijo Baronin o Freiherrin. El de Baronin no tiene validez porque no había emperador o rey para avalar. Pero el de Freiherrin, sí. Han hecho un puente. Se han caido todos en el siglo XII, para empezar, pero tienen la posibilidad de generar un linaje a solas, porque no hay nadie más. Quién es el jefe de linaje? El emperador. Ahora, el emperador es un título dado a un linaje de varones donde normalmente rige la ley sálica. Si sacas emperador de este linaje causas una fricción con los otros linajes. Están amarrados, es verdad, no tienen ni voz ni voto, pero arrastran la tradición de lo que se encuentra en ley sálica. Aunque no rija, yo no me metería con ellos. Sacas las líneas de tradición y llamas a alguien ‘emperor’, por decir algo. No hay confusión de títulos, ni rangos, ni funciones. Separas las áreas, y cada cual regula sobre la suya dentro de cierta dinámica.» «Pero ellos se pueden hacer un emperador?» «Pues no, precisamente, ese es todo el problema. Se han perdido las líneas y además hay confusión básica. Tienes reyes y herederos de reyes que se han comprado el título en Viena. Qué es eso? Han cedido soberanía al no mantener el consejo. Y además, de donde sale eso del emperador? Es de ustedes. Germanos había de dos tipos. Los germanos romanos, de este lado del muro, como usted, y los germanos bárbaros del otro del muro. Francia se divide en tres poblaciones básicas y sus anexos. Los germanos del norte, los bretones o celtas del oeste y los francos del suroeste que no son para nada los mismos. Luego están los de la farsa, como los burgundios y alguno más que no conozca. Hay una población muy poco estudiada, que es la de los occitanos, que es la que llamo, francos, no, no occitanos, esos son los del otro lado, los aquitanos, de por ahi abajo, son razas de mujeres, Alienor d’Aquitaine y sus poemas, Margarita de Navarra y sus tertulios literarios, mujeres que hacen lo que les da la gana, y no son celtas o bretones. Ocupan una parte de la tierra, los otros otra, y aquellos otra más. Hay fricciones, se pelean, se enredan, se juntan y revuelven y sale por ahi un Carlomagno que le quita los aires a los emperadores de Roma. Y se planta en medio de Alemania cosa que no les hace ninguna gracia a los godos que no han llegado hace mucho tiempo. Pero es bonito eso de los mantos, los caballos blancos, los estandartes y se hacen una amalgama, porque eso entienden: alguien que los representa y que tiene que tener el bigote mejor arregaldo que los otros. Carlomagno no es godo, viene de aqui, de donde viene usted, de ahi al lado de Reims y las regiones adyacentes. Su nombre es germano, pega con ‘Moechlin’, por ejemplo, no es francés, en fin, francés si, pero no aquitano, occitano o bretón. Es germano.
Le digo la verdad? Yo pienso que incluso la noción del emperador romano viene de aquí. Porque hay mujeres libres. Usted sabe lo difícil que es de poner a una señora de esas, como la que reivindica sus porcentajes a través de Anne-Hélène, en su sitio? Te pueden salir héroes de la circunstancia y mucho traidor, también. Y luego se van a Roma, a Constantinopla, a Germania, a España y dejan aqui a los que no sirven. Nosotros no somos asi. Y no salen emperadores por eso: una imagen de la resuelta decisión de una mujer, para un hombre es un tipo que se somete a todo el mundo y a nosotros no nos gusta que nos sometan. Hacemos áreas, y yo aqui y tú allá, y yo en mi casa hago lo que me da la gana. Si viene una Frau Fressange a mi casa lo primero que hará será decir que no les gustan las cortinas. Y yo le diré que no le he pedido su opinión. Asi es como empiezan las guerras. Aquella se ofende y hace un complot para que se quite de en medio al energúmeno ese tan poco educado que dice tantas groserías y no se plantea si su opinión sobre mis cortinas no puede ser considerada como una alta ofensa por mi persona. Hay rencilla. Yo me quedaré sin novia, si soy varón, gracias a la mala publicidad que han hecho del energúmeno y tendré que ceder en algún sitio. Al cabo de tres generaciones con novias feas, demacradas y de poca cultura, cambio las cortinas, no queda otra. La otra coje ventaja y dice que cambie los sillones también. Cuando se me suba a la parra, o me pierdo o le pongo un freno. Pero esta vez no vamos a ser groseros. Vamos a comprar un traje de seda y le dices ‘pensé que te compensaría por mi mal gusto al comprar los sillones.’ Y la engañas y la engañas hasta que ya no dice nada. Luego lo echas de menos pero descansas por un rato. La gestión del asunto afectivo con inteligencia da mucho poder. Eso de decir, ‘esta para mi’ y a tortas no da nada. Lo otro da política y visión. Pueden salir hombres buenos de ello. Puede que no. La mujer impera porque intuye, el hombre se impone porque conoce. Cuando el hombre quiere parecerse a la mujer, se vuelve un payaso. Pero el godo no entiende de conocimientos, solo de preservar su propio espacio en el que hace lo que entiende.
Van bien las dos cosas juntas cuando bien gestionadas. Pero el imperio será vuestro, igual; nosotros, en consenso nos guardamos aunque sea con nosotros mismos. Justificando el imperio de mi abuela lo único que puedo hacer es devolverlo a su sitio, me parece de justicia. Pero claro yo, porque soy yo, lo haría consenso. Lógicamente. Lo que se tiene nunca se pierde. Pero es una cosa distinta que se acepte o no. De raza y que puedo hacer emperor. Pero puede ser latente durante mucho, mucho tiempo. Necesitas un referendum si quieres darle una forma social y política reconocida. También lo hacen los presidentes. Luego pierden, como de Gaulle. Puedes ganar. Preguntas: quieren ustedes que semejante circunstancia tan benigna se aproveche para recuperar soberanía con un toque germano representativo? Algo que te sirve para estructurar todo el resto porque lo ves de frente. O algo asi. Avalas el decreto ley de por la voluntad popular.»
«Habría que disolver esta República.» «Buena costumbre lo tenéis. Ya vais por la quinta o la sexta, una más o menos. Y por verdad que ésta bastante mal anda y mal no vendría, con emperor o sin él. Pero integras el decreto ley dentro del cambio, no sea que nos quedemos sin nuestro castillo.» «Un castillo sin emperor?» «Emperor hay. Que sea un asunto de familia o de estado es la única diferencia que hubiese.» «Y si se hace de estado, qué función tiene?» «Yo diría que rascarse la panza y vivir a costa del contribuyente. No. Me explico. Esto que decimos es una circunstancia histórica muy particular, con mucha señal y mucho milagro que da solución a una pérdida completa de la identidad de la nación. Normalmente eso no debería pasar, pero puede volver a pasar. Se guarda en la memoria del linaje que tiene una serie de instrumentos que debe guardar, preservar y mantener que sirvan en caso de que se vuelva a producir una situación semejante. Son como sabidurías, reservas, conocimientos. Si tienes a cargo el Louvre, te pagan por mantener las cosas esas en su sitio y con el menor polvo posible. Evaluas cuales vendes, cuales compras, cómo las guardas, cuales enseñas. Y eso sería lo mismo, pero vivo. La gente no sabe hasta qué punto es difícil vivir con esas cosas y mantenerlas. Y es bien común, en el fondo. O sea que los pones en un sitio que vivan su vida a costa del contribuyente y sabes que se preserva el fondo de identidad de la nación.»
«Y el contribuyente estará de acuerdo?» «Es que no tiene nada que decir, en el fondo. Explico. Tienes a 50 millones de personas, cada uno de su padre y de su madre, con lo que sabe, con lo que tiene, con sus aspiraciones. Con lo que entiende, sobre todo. Para ordenar eso necesitas una referencia. Una imagen que te venga a la mente cuando quieras evaluar un juicio, un diagnóstico, un examen, un proyecto, que si va o no va en el conjunto, que si conviene o no, y esa imagen no es fácil de hacer y ‘cobra’ quien la hace igual que todo el mundo. No es que no hagas nada, es que haces lo tuyo.» «Y por qué esos y no otros?» «Porque son los únicos que movieron sus deditos para que se evitase una catástrofe. Sin ellos, nada. O sea que solo ellos.»
«Y por qué yo intendente alemana y no otro u otra?» «Porque usted es germana, que es lo que me hace tanta gracia y aquellos ya se volvieron polacos. Perdón, pero eso de los polacos lo tengo muy atragantado. La identidad determina lo que hacemos y cuando perdemos la identidad manda quien la guarda. Y usted la tiene. Ustedes son muy divertidos en el fondo, forman clanes y tribus dentro de modos de pensar y cada cual tiene sus representantes en un sitio que debe hacer prevalecer su opinión sobre la de los demás u darle una interpretación particularizada a lo que hay.» «A nosotros no nos hacen mucho caso.» «Ya. No me extraña. Cuanto apuesta a que ustedes son de los del, es que ‘todos’ deberían hacer esto a aquello?» «Pero es que a veces, deberían ponerse todos de acuerdo.» Y me reí, claro. «Ya verá lo aburrido que es. Usted ponga su oficina de intendente y cuando haya alguna cuestión de lo germano franco, usted diga que mi abuela hizo una profecía de que había que hacer todo eso, y los tiene a todos corriendo. A todos, por una vez, a todos toditos en orden marcial.» No se lo creía. «Hágame caso. Justifique su presencia en los lugares con el argumento de la similitud de caracter y comprensión al tiempo de las necesidades francas y a dar órdenes. Ya verá como termina por aburrirse y dirá como yo, ‘pero bueno, no hay ninguna que se oponga, que haga una pregunta, que se interrogue, que cuestione?’ Y no habrá.» «Espero que en ese momento hayas resuelto la cuestión de la separación de los territorios.» «No se preocupe que ya tengo una solución. No se la digo ahora porque mucho Castillo de la Mota hay espìando por aqui, pero debería ser algo como mandar a la hija mayor de la Frau Fressange a Alemania. La de 1995, me parece, según el planing de Anne-Hélène.» «1994.» «Muy bien enterada está usted.» (‘Pobre mujer, lo que le ha tocado. No solo las hijas, ahora ya, hasta la distribución de las hijas.’)
«Y separas. Un reino por aqui, un reino por allá, y ya. Y al castillo congelado ese.» «Y qué dirá Alemania?» «Ya estarán muertos de envidia con nuestro tertulio, ya se han quedado sin el emperor y les amenaza guerra. Mejor aprovechar la circunstancia para hacer lo mismo aunque un poco distinto. No se parecen nada las dos hijas. Y ya que tenemos al otro también, pues lo casamos con la primera y ala.» «A quién?» «A Harry de Inglaterra. Otro que vino con la cigüeña. Y qué aburrimiento no tener nada que hacer. Pues ala, a poner un poco de orden en la Germany esta, y ya está.» «O sea que encima las casamos.» «No. Ellos se casan. Hay alta compatibilidad y les pones un castillo delante y salen los dos corriendo. Cuanto apuesta?» «Yo no me meto en esas cosas.» «Yo tampoco, normalmente. Pero he constatado que hay gente que no sabe casarse sola y hay que ayudar un poco. Si sale bien y sino, también.» «Y qué sería el Harry, este?» «El gral. Queda bonito.» Y se reía. «No se ría, que va en serio. Kral, es reino en huno. Ungarn. Reino de los hunos. En turco dicen ‘kral’ al reino. Tiene la misma raíz. Como ellos nos quitaron al emperador, les quitamos el reino nosotros y llamamos a Harry el ‘kral’ que es eso, el que representa al reino con ciertos dejes de burla. Claro que iba para Francia pero bueno, hay que saber cambiar de planes de vez en cuando. Francia aguanta a una mujer. Alemania, no. A mi me ven y salen todos corriendo, asi, para empezar. Y a una mujer no le hacen caso. Los godos, sí, pero los germanos, no. Ala. Ya lo hemos apañado todo.»
«Y por qué no pones un godo en Alemania?» «Porque la sobrecarga genética es demasiado alta. Se acabó, Frau Moeglin. Mire esto.» Y le enseñé la columna, que se torcía en la parte alta. «Se nos están deshaciendo los huesos, ya, de puro viejos. El cuerpo no da, nos ves y parecemos fantasmas vivos. Lo nuestro es otra cosa. Es un modo de pensar, una evidencia, una lógica, las estepas y los caballos. Eso se aprende, se guarda, se transmite, pero no nosotros ya. A nosotros nos toca rascarnos la panza, pasearnos, contar historias, hacer alguna magia. No nos da para gobierno. Harry está bien. Es un muchacho muy guapo, ya lo verá.» «Y, de quién era la cigüeña que lo trajo? Tuya?» «Yo me aproveché de la circunstancia, quizá. Lo estaba viendo. Debe ser del Castillo de la Mota eso, alguna víbora para la casa real inglesa. Para que lo viese yo, muy cerca andaba. Y dices que bueno, ya que está, vamos a sacar algún provecho.»
«Pero tú puedes gobernar.» «Yo ya me he quitado el muerto de encima elegantemente. Soy muy vaga.» «Y si hace falta? No hay mucha gente que piense asi.» «Tendría que hacer mucho ejercicio. Pastar ovejas, subirme a los árboles, arar campos, arrancar las malas hierbas, llevar sacos de trigo.» «Y lo harás?» «Quizá. Ahora mismo no tengo 10 años de vida. Si hago ejercicio, quizá viva 40. Es cuestión de quererlo. Todo se cura, todo se arregla, la cuestión es tener ganas de hacerlo. Y eso de arreglar Europa Central quizá me divierta lo suficiente como idea. Es que me aburro, sabe? Pensamos en términos generales, abarcamos naciones, siglos en el tiempo, combatimos fantasmas, tenemos fuerza de titanes y en estos tiempos, qué, te vas a poner de general manager en alguna empresilla de tres al cuarto? Y claro no vas a arreglarles los asuntos a los listillos que se llevan los sueldos y te dejan a ti de lado. Por eso no sabía qué hacer. Pero esto, los champiñones, la sangre morada, las torres, eso empieza a ser un poco más divertido.»
«Y España?» «España? Un petardo en el culo. Se puede saber qué es eso? Meterse por todas partes por detrás como las ratas, se te meten en la cama, en tu casa, en la voz de tu padre, no te jode. Le voy a decir una cosa. La víbora de Diana de Gales, que lo siento por ella porque es un poco tontiluncia y no se entera de nada, la han puesto los españoles, lo que es muy difícil de probar. Pero por prueba indirecta, mételes una y se la comerán con patatas.» «Yo?» «No, usted no sabe de esas cosas, pero Anne-Hélène, sí. Se hace un tipo ahi a la super splash y les planta a la señora en la Zarzuela, quieran o no porque llevan falta y aunque se oponga la señora madre. Y lo mejor es que con tanto y tanto, no tendrán heredero varón. Ya verá. Se lo digo ahora para que vea como hacemos las pruebas nosotros. Dices si hay falta … todo esto. Y si pasa es que había falta. Yo hago eso todos los días. Y este por esto y este por aquel y tengo mis notas y plim, otro u otra. Ya casi no me confundo. Resulta aburrido al final. La mala leche que te entra. Porque dices, bueno, este puede que vaya con esta. Pero eso de estar espiando en la casa real y agenciar a alguien que diga esto, que se vista asi, que se mueva de aquella manera porque ya se sabe lo que seduce al heredero o a quien sea y tener a la señora ahi como una marioneta al son de los sonidos de la payasa de turno, no me jodas. Y luego dicen que qué envidia lo de ser príncipes y reyes, pues vaya gracia el panorama. No sabes por dónde te las meten.» «Pero tú no haces lo mismo?» «Pues no. Porque una cosa es eso, lo forzado, lo maligno, lo planeado, lo aberrante, ya y otra cosa es que estudies una situación y digas, esto puede ser, esto también, de esa manera, de aquella, y lo dejas en el aire, suspendido de los ángeles. Si pasa, bien y si no pasa, pues también, te confundiste y ya. No es lo mismo. También planeas tu destino, mas o menos, tu carrera, tus círculos sociales, tus intereses. Y llegas a algo, a veces, y otras, no. Pues yo quería ser ministro. Haces lo que puedes, no sale, y dices, pues bueno, no me ha tocado. Pero tender esas trampas, dios, – tienes a un superior y le buscas a una zorra para hacerle unas fotos y un chantaje para quitártelo de en medio y subir un puestecillo, o le saboteas el coche para que se estrelle y tengas el camino libre. Pues no. Eso no. Las cosas se hacen y a veces ves más que otros, pero no se fuerzan. Y además para qué? Podrá España ahora con la Casa real inglesa. No me jodas. Yo no me atrevo y tengo mucho ancestro colocado en buen lugar. Y además para qué? Están ahi tan felices estos ingleses con su Queen, para qué vas a meter cizaña? Pues déjalos en paz, digo yo. Y no, dale que dale. Esto para nosotros y esto para nosotros y luego no tienes nada igual y solo el sembrado de infelicidad y desgracia. No les pegas un par de tortas a todos. Por eso ganaremos la guerra. Inglaterra agarra a España y Francia agrede a Alemania. Y se acabó el chiste. Son dos bofetadas bien dadas y se acabó el tertulio. Y si hace falta pues ala, al son de la trompeta. Alemania no sabe hacer guerras. Salen todos corriendo para adelante pero no tienen defensa. Ustedes siempre los dejan venir y pierden. Si van ustedes, salen corriendo ellos. En estampida además. Y para España es lo mismo. La cuestión es evitar que venga alguien, pero si viene, no hay defensa. Napoleón, con el permiso de pasar. Y los árabes cada vez que se les cruzan los cables. Viene Mambrú con cuatro helicópteros y se acabó. En bragas se quedan todos. Porque no saldrá la Iglesia Católica a ayudarlos, digo yo.» «Pero España conquistó América.» «Y un churro. A América fue el pánfilo de Cristobal gracias a la reina católica que era goda y prima hermana mía del siglo XV. Y los capitanes eran griegos porque estos no sabían ni cómo se ponen las velas. Eso sí, el oro y el oro después hasta que se le empachó. En cuanto perdieron linaje se fueron al traste. Ahí están que todavía se preguntan cual es la diferencia entre el hombre y el mono porque ambos tienen bolas.»
«Y si no sale todo esto?» «Da igual. Usted se viene a bucar los documentos al país soleado y se pasa un rato comiendo piñas y mangos.» «Tendrá que caer en época de vacaciones. Cuando será todo eso?» «Para ponerlo en el planing? Sobre febrero de 2010.» «No hay vacaciones.» «Y no me dirá ahora que toda una intendente para Alemania no puede cojerse unas vacaciones extra.» «No sé. Ya veré. Pasaré la moción al congreso.»
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